¿Y esto para qué lo necesito? Una pregunta recurrente en la clase de matemáticas

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Todo profesor de matemáticas, en algún punto de su vida escolar, se ha topado con esta pregunta en el salón de clases. Una pregunta muy interesante que para el profesor, en muchas ocasiones, la respuesta es la misma: “porque lo necesitarás el próximo año o para aprender otras cosas más avanzadas”. En mi opinión, esta respuesta rápida y tangente puede generar en los estudiantes dos emociones: incertidumbre y tristeza.

Quiero dejar claro que como profesor, no culpo a los profesores que en algún momento impartieron clase a mí y mucho menos a mis compañeros de trabajo. Tan solo que una pregunta tan importante en clase de matemáticas no puede pasar por alto con una respuesta tan vacía. Como estudiante que fui, recuerdo que esta respuesta me dejaba con la misma incertidumbre y tristeza porque el mensaje que yo entendía era: “aprender ahora para tener una respuesta mucho después”. Si bien las matemáticas, a diferencia de otras ciencias (por ejemplo, las ciencias sociales), en ocasiones es progresiva, es decir, es necesario construir un concepto previo para avanzar a otro, no es suficiente mencionar que la utilidad de un concepto matemático hoy es para construir otro concepto mañana.

Entiendo tu incertidumbre y me gustaría responderte con algunos puntos que podrían dejar una noción de la utilidad de las matemáticas, sin embargo, esto no significa que sean las únicas aplicaciones, sino más bien, lo que me hubiera gustado escuchar de mi profesor en su momento cuando hice esa pregunta.

  1. Planificación de viajes y rutas: cuando piensas hacer un viaje, usas álgebra y geometría sin siquiera darte cuenta. Por ejemplo, al calcular la distancia entre dos lugares, estás utilizando el concepto de distancia. Además, si quieres saber cuánto tiempo te llevará llegar a tu destino, utilizas ecuaciones para calcular la velocidad o el tiempo de viaje.
  2. Criptomonedas y transacciones de dinero electrónico: las criptomonedas como el Bitcoin utilizan la teoría de números para funcionar. Cuando realizas una transacción de Bitcoin, la red utiliza algoritmos matemáticos para verificar y registrar esa transacción de forma segura en un libro de contabilidad digital llamado blockchain. La teoría de números garantiza que estas transacciones sean seguras y que no se puedan falsificar. Los problemas matemáticos complicados aseguran que los bitcoins no se puedan copiar ni gastar dos veces, lo que los hace seguros y confiables para usar como dinero digital.
  3. Diseño de videojuegos y animaciones: el álgebra es una herramienta clave en el diseño de gráficos y animaciones en computadora. Puedes usar ecuaciones algebraicas para controlar el movimiento de los personajes, calcular la velocidad de los objetos en el juego o diseñar efectos especiales como explosiones o transformaciones. Así que, ¡la próxima vez que juegues a un videojuego, recuerda que el álgebra está detrás de esos increíbles gráficos y efectos!

Creo que el papel del profesor es guiar al estudiante para responder a esta pregunta por sí mismo cada día en el salón de clases, desde el momento en que planea su clase hasta llevarlo a cabo. Por tanto, “¿y esto para qué lo necesito?” debería tener respuesta por sí misma en el proceso metacognitivo del estudiante, es decir, debería reflexionarse desde el interior de su propio pensamiento y establecer conexiones entre los conceptos construidos en clase y la utilidad en situaciones de la vida diaria. Esto aliviaría los problemas frecuentemente encontrados de que los estudiantes no pueden utilizar la ciencia y las matemáticas aprendidas en la escuela en contextos diferentes a los escolares.

En palabras de Arcavi y colaboradores en El aprendizaje y enseñanza del álgebra, para una buena educación el profesor debe ayudar al estudiante a colocarse unos ‘anteojos’ para ver las situaciones que se encuentran en la vida donde son útiles los conceptos matemáticos. Así, desde mi perspectiva, si un estudiante pregunta: “¿y esto para qué lo necesito?”, denota una situación de alarma; replantear el objetivo de su situación de aprendizaje, cuestionarse si ha servido para que esos ‘anteojos’ funcionen y reflexionar si el pensamiento metacognitivo en el estudiante está emergiendo. Para usted profesor que está leyendo: si un estudiante hace el cuestionamiento anterior, en resumen, es una señal de que deberá replantearse todo.

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